Pasión de esclavo

 Cuando Abraham Lincoln estrecho la mano de Harriet Beecher Stowe, estando la escritora estadounidense de visita en Washington, dice el mito popular que le dijo: "¡Conque esta es la pequeña autora de esta gran guerra!". Como sabemos, Lincoln se refería a la Guerra de Secesión.



Este esplendida novela escrita por esta "pequeña autora" es de una moral impecable. No, no consulten la Wikipedia; allí encontraran referencias acerca de una novela influenciado por las creencias y valores de la cristiandad. Si bien eso es cierto, tal dato influye en la percepción del lector, que no querrá leerla al verse sometido a un sermón. Hoy veremos el lado artístico de esta gran obra.

Para empezar, esta obra dio a luz como novela formal en 1852, diez años antes de la Guerra Civil estadounidense. Países como este o Brasil, se debatían en la encrucijada moral de la legalización de la esclavitud. No es de extrañar que surgieran manifestaciones artísticas de este tipo. La novela parte en vista de una conversación que mantiene un caballero, de nombre Shelby, con un negrero. Debido a sus deudas, el señor Shelby se vio en el aprieto de vender a Tom, un esclavo suyo (quien tenia esposa e hijos) y al hijo de una esclava llamada Elisa. Tom es vendido al día siguiente, pero Elisa escapa con su hijo. A partir de entonces, el lector se vera sumergido en dos historias paralelas con sus correspondientes sub-tramas.

Tom, debido a distintos hechos que acondicionan su rol de esclavo, es comprado por un hombre de apellido Saint Clare. Este tiene una hija única llamada Eva. Ella se hará muy amiga de Tom y personificara, para la escritora, la perfección de la cristiandad. Es cierto que Eva y Tom son personajes muy creyentes, pero tal dilema no presume mas que sus difíciles condiciones (Eva es una niña muy sensible ante la injusticia de la esclavitud que la rodea). Saint Clare, por su parte, personifica a los agnósticos, o librepensadores, de la época; que son capaces de emborracharse como de separar trifulcas armadas en los bares. Otro personaje de noble influencia es George Shelby, un muchacho amigo de Tom. Él será quien busque a su amigo de un tirano amo.

El siglo XIX vio como devoraban los niños novelas de Scott, Stevenson o Verne. Por lo tanto, escritores como el italiano De Amicis, el inglés Dickens o la estadounidense Beecher Stowe propusieron material moral-educativo en sus novelas. Y les estamos muy agradecidos por ello.


Escrito por: Yamil Artigas

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