"Hombre desgraciado y sin virtud" por Yamil Artigas
HOMBRE DESGRACIADO Y SIN VIRTUD
Creo que todos perdimos un poco
de vida cuando su luminosa fragata
se perdió en el horizonte marino.
Desde entonces, nos hemos sentido
menos hombres,
menos satisfechos
y más desgraciados.
¿Quién encendió la luz del faro,
quién nos hizo poetas?
¿Por que estamos sumidos
dentro de una batalla perpetua
que grita desde lo profundo
de nuestros corazones?
¿Quién nos volvio tan miserables y necios,
tan perezosos y patéticos,
tan prudentes y correctos?
No obstante haber visto silenciosas risas,
oido las mismas canciones
y sufrido estas mutaciones constantes,
nuestra agonía es el resultado
de prolongadas angustias
y la desolación inevitable de nuestro espíritu
es el reflejo de la ausencia
de sentimiento y virtud en nuestras vidas.
¡Eternos discos, brillantes y negros,
que gravitan alrededor de su rostro
bañado por cascadas de agua densa!
¡Con pies que corren descalzos sobre la tierra
evocados por este corazón nuestro,
estúpido por la falta de vida!
Al morir quiero, en boca de los aqui convocados,
que las partículas de sus lágrimas
sean derramadas donde moran las gallinas
y trabajan los campesinos viejos;
quiero que los átomos de mi cuerpo
se unan con la tierra que ambos pies suyos
aplastan a diario de forma descuidada;
quiero oír cómo el viento
alimenta el recuerdo que fuimos
y el olvido que seremos.
Yamil L. R. Artigas_26/XII/2.021
poetasvivos8@gmail.com
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